Este texto es un correo que fue enviado a una chica con la que una amiga y joven desconocido, charlaban en un chat católico. Caro, mi amiga, mientras yo trabajaba me pedía consejo. Algunas ideas de este correo se las sugerí y la destinataria del correo las recibió en tiempo real. La chica acepto recibir un correo ampliando las ideas que se le dieron. El mensaje sufrió algunos cambios leves de redacción y la omisión de jerga mexicana y algunas expresiones malsonantes que use para referirme a los acosadores.
La paz del Señor hermanita, no se tu
nombre, pero mi amiga Caro me hablo de tu situación y por eso te escribo. Antes
que nada, me encomiendo al Espíritu Santo, para escribirte con sabiduría y
prudencia. Que Jesús te muestre su amor y cuanto le importas en las palabras
que te escribiré.
Has hablado con ella para pedir consejo y eso quiere decir que tienes inquietud
y turbación, respeto a tu relación. Comenzaré hablando sobre cómo Dios cuida de
nosotros. Dios nos dio sus mandamientos, nos decía un profesor de teología que
mandamientos viene de manus y dare, mano y dar, mandamiento es dar la mano.
Dios, da sus mandamientos no porque eso le aumente o agregue algo a su gloria a
su grandeza y majestad. Nos da esos mandatos para salvarnos a nosotros. Jesús
nos dice que si le amamos damos cumplimiento a sus mandatos, que son mandamientos
de amor, amamos a Dios. Los necesitamos porque somos débiles y las
consecuencias de no seguirlos suelen afectar nuestra vida y la de muchas otras
personas.