miércoles, 24 de julio de 2019

Esperándote.





Estoy esperando junto a mi ventana
No veo tu sombra en el horizonte
Pasa el tiempo y veo la lluvia envejecer
¿Dónde estás? ¿Acaso tú también piensas en mí?

Decía para mí, ya no tengo besos, ni abrazos,
mis labios se han secado,
mis brazos ya no saben cómo fabricarlos.
Ha querido el tiempo, borrar antiguos rastros por ti.

Lleve mi corazón a las torres más altas
Desde arriba, pensé: el mundo es mío.
Roto, no siempre pude encontrar todas sus partes esparcidas.
Pero una voz me dice: ella ocupara todos sus huecos.



A mi corazón, cardos y espinos, lo han sazonado,
su carne, tantas veces, a su sustancia se ha rebelado.
Pero, no es áspero, ni está duro, sólo es apariencia.
Sabe él, que sus dulzuras han fermentado para tu delicia.

El mundo me ha guerreado
no siempre gane las batallas
y pensé: "no vale la pena guardarte mi promesa",
pero la providencia la ha preservado para ti.

Mi plegaria no es distinta.
Todos esperamos el sol,
y le he mirado de frente;
sin ceguera* podré reconocerte.

*(No puedes, en la oscuridad,
ver el resplandor de las almas,
Dios te ilumina con el Sol;
el astro rey cegará a los que ven sólo lo evidente
y hará resplandecer lo que está oculto
y revelara lo incomprensible a aquellos que ven con su alma).

El anhelo de ti me hace tomar prestadas sonrisas,
para dibujarte en la imaginación
Pero no puedo encontrar la tuya.
¿Cómo será y tu aroma de flor, a cuál se corresponderá?

Abatido y sin camino, te echo en falta,
Junto a mi he dibujado tu silueta en templos y capillas. (es real)
Pero mi mano siempre estaba vacía

¿Estás caminando ahora? ¿Vienes o te alejas?



David V. Ramírez


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